¿Como saber cuando el corazón late bajo el pecho?
Quizás es cuando:
Su bellaza opaca el sol, y su sonrisa es mi inspiración, como el soneto oculto
de una canción, ilustrada en alguna tragedia dramática?
Es ahí cuando, comienza latir mi corazón.
No tan solo por una razón, si no más bien es una condición, aclamada y venerada por el mismo gesto que hace latir un sentimiento.
Me deja sin aliento, sin respiro y sin temor.
Ya no se donde quedaron las palabras para contemplar tanta magnificencia.
Tantos destellos de luz que se cruzan en mi mirada.
Los sentidos bullen como la sangre que emana de mis venas.
La paciencia acaba y la siento como si me atravesaran mil espadas de una sola estocada.
El día llama y carece de gloria, al recordar su dulce suspiro y sus labios de gloria.
Su aroma y el eco de sus murmullos, como susurros que danzan dentro de mí.
Que rozan con el aire y expande un eco vibrante.
Compenetrada con el silencio, en la niebla que se asoma por un laberinto en busca de un horizonte.
Cruza ese enorme camino no ha sido fácil, pero pienso y siento que me acerco a pasos agigantados.
Déjame tomar tu mano para irnos de este lugar, Se que detrás de ese océano, nuestras almas esperan mutuamente colisionar con las olas y amar las ráfagas del viento.
